Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor
Impulsada por la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), desde el 23 de abril de 1996 todos los años se celebra el Día
Internacional del Libro y del Derecho de Autor. La iniciativa surgió desde la
Unión Internacional de Editores, que propuso esta fecha a la UNESCO con el fin
de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio
del derecho de autor.
“El 23 de abril de
1616 murieron Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega” explicita
la UNESCO, fecha conmemorativa que “brinda la oportunidad de reflexionar juntos
sobre la mejor manera de difundir la cultura escrita y de permitir que todas
las personas, hombres, mujeres y niños, accedan a ella, mediante el aprendizaje
de la lectura y el apoyo al oficio de la edición, las librerías, las
bibliotecas y las escuelas”.
A escasos días de
la inauguración de la 45.ª Feria del Libro de Buenos Aires que se desarrollará
entre el 25 de abril y el 13 de mayo, este acontecimiento nos invita a
reflexionar sobre la actual situación del libro en Argentina.
Hace pocos días,
el 11 de abril de 2019, la Cámara Argentina del Libro (CAL) publicó su “Informe
de producción del libro argentino 2018”. La CAL es una de las seis entidades
que integran la Fundación El Libro que organiza anualmente la Feria del Libro
de Buenos Aires. El informe radiografía el sector editorial argentino: en 2018
se registraron 27.428 nuevas publicaciones en todo el país, un valor constante
respecto de los últimos siete años. Sin embargo, la cantidad total de
ejemplares impresos (es decir, en soporte papel) de esas nuevas publicaciones
bajó un 48% respecto de 2015, año en que comenzó la tendencia a la baja.
“Respecto de la cantidad de ejemplares realizados en la primera edición se
observa una caída del 23% respecto a 2017 y del 30% respecto de 2016”, pondera
el informe. En 2018 el 19% de las obras publicadas se hizo en soporte digital.
La proporción de libros digitales es constante desde 2012, por lo que el
soporte digital no está reemplazando al libro impreso, de ahí que la CAL
concluya que “no es la causa de que la cantidad de ejemplares producidos
decrezca”.
La ciudad de
Buenos Aires es el lugar geográfico de Argentina donde más se publican
novedades editoriales (54% del total país), seguida de las provincias de Buenos
Aires (19%), Córdoba (7%), Santa Fe (5%) y San Juan (5%). Todas las demás
provincias del país agrupan el 10% de las publicaciones restantes.
Respecto de las
temáticas de los libros publicados como novedades editoriales, en 2018 la
mayoría es de literatura (ficción): 40% del total (27% son obras para adultos y
13% son libros infantiles y juveniles).
En cuanto a las
traducciones, en los últimos tres años la proporción de obras traducidas se
mantuvo en un 6%. El inglés sigue siendo el idioma de origen predominante
(59%), seguido por el francés (14%), portugués (6%), alemán e italiano (4% cada
uno).
El informe de la
CAL precisa que el mercado editorial argentino está repartido entre grandes
grupos editoriales (conformado sólo por cinco empresas) por un lado, y pequeñas
y medianas empresas -PyMEs- (272 firmas) por el otro. En 2018, en el sector
editorial comercial (empresas dedicadas a la producción de libros), el 58% de
ejemplares fueron publicados por los grandes grupos editoriales y el 42%
restante por PyMEs. Estas cifras muestran la marcada concentración de la
producción de libros en pocas manos, producción cuya cantidad de ejemplares
impresos está en constante descenso desde 2016, en un contexto económico
recesivo que en 2019 no muestra atisbo de terminar.
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