1º de marzo: Día para la Cero Discriminación


Los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos. Así y todo, desde 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1.º de marzo como el Día para la Cero Discriminación, lo que indica que en materia de igualdad frente a los Derechos Humanos inalienables aún falta mucho por recorrer. El lema de este año pone foco en la acción y el involucramiento y llama a los individuos a reconocer y denunciar los amplios desbalances en lo que a la justa distribución de derechos se refiere, disparidad que es posible detectar en las leyes constitutivas de un Estado.
Existen leyes discriminatorias porque niegan derechos humanos y libertades fundamentales. Esto sucede cuando penan conductas (posesión de drogas para consumo personal, ocultación del estado serológico, relaciones sexuales entre personas del mismo género) o identidades (etnia, identidad de género, religión). Cada vez que un Estado tolera (o alienta) conductas discriminatorias, genera un grave daño a la constitución de los valores de una sociedad. La discriminación no es una vejación sufrida únicamente por los individuos marginados: su perjuicio tiñe a la sociedad en su conjunto que, por acción u omisión, se hace cómplice de la marginación.
El hecho de considerar que la discriminación es un acto de masas, sin implicancias políticas y/o legislativas es ver solamente la mitad del problema.
La campaña 2019 del Día para la Cero Discriminación invita a las personas a “actuar contra las leyes discriminatorias en sus respectivos países”. Todos somos responsables de que los Estados asuman su deber, así como de “promover el cambio y contribuir a eliminar las leyes discriminatorias”. Esta consigna es liderada por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA).
La principal herramienta para dar una lucha pareja en este ámbito es la información. Una sociedad que conoce sus derechos y los hace valer es capaz de detectar con eficacia aquellas leyes que no cumplan con el cometido de que “las personas reciban un trato digno: que se respete su dignidad humana, autonomía, privacidad y confidencialidad, y que se les garantice la ausencia de coacción y abuso en igualdad de condiciones”.
En un siglo XXI transitado por movimientos que alientan la denuncia de abusos a la integridad humana, la naturalización del ingreso de colectivos discriminados como el de LGTBIQ, por mencionar solo uno, al grueso de la sociedad amparada por las leyes es un paso no solo necesario, sino impostergable.
“Los Estados tienen la obligación moral y legal de eliminar las leyes discriminatorias y aprobar otras que protejan a las personas”. Por eso conmemoramos el Día para la Cero Discriminación 2019, año en el que el involucramiento y la acción serán determinantes para el cambio.

Comentarios

Entradas populares