20 de febrero, Día Mundial de la Justicia Social

El 26 de diciembre de 2007, la Asamblea General de Naciones Unidas reafirmó el
compromiso asumido en la Cumbre Mundial de Copenhague (1995) para generar
“estrategias nacionales de desarrollo” encaminadas a “erradicar la pobreza y promover el
empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar
social y la justicia social para todos”. Para ello, Naciones Unidas decidió declarar que el
20 de febrero de cada año se celebre el Día Mundial de la Justicia Social.
Esta declaración fue correspondida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
que el 10 de junio de 2008 adoptó por unanimidad la “Declaración sobre la justicia social
para una
globalización equitativa”. La OIT aboga por el trabajo decente dado que en las últimas
décadas no deja de crecer incesantemente la informalidad laboral en todo el mundo. La
precariedad, la subcontratación y la flexibilización de las relaciones laborales hacen que el
trabajo en la economía informal no pueda calificarse de “decente” en comparación con el
empleo reconocido, protegido, seguro y formal. En consecuencia, la situación de trabajo
no decente se caracteriza por su alto nivel de vulnerabilidad social, lo que acarrea un
sostenido incremento de la pobreza extrema.
En Argentina, las aspiraciones a la Justicia Social no son recientes. Hace más de 70
años, el concepto “Justicia Social” incluía un amplio rango de variables que iban desde el
salario y la distribución de la riqueza hasta la provisión de vivienda y el acceso al
bienestar social. Fue hacia 1945 -inmediatamente después de terminada la Segunda
Guerra Mundial- cuando no sólo en Argentina sino en amplias regiones del mundo
comenzó a implementarse el “Estado de Bienestar”. Entonces el Estado intervino
decididamente en el área del bienestar social. Sin embargo, con la expansión de la
informalidad laboral a nivel global desde mediados de la década de 1970 creció la
pobreza y se dificultó el acceso a la justicia social. Estos fenómenos traslucen el paulatino
desmantelamiento del “Estado de Bienestar”.
Este Día Mundial de la Justicia Social nos invita a reflexionar sobre la importancia que
adquiere el Estado para generar políticas públicas que permitan el desarrollo social. Es
también una oportunidad para fomentar el diálogo entre todos los actores sociales,
fundamental para llegar a hacer realidad el acceso a la Justicia Social para todos.