Día Internacional de los Trabajadores
Este 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo y en el año del 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, hacemos propicia la oportunidad para efectuar un llamado a la acción en defensa de los Derechos Humanos y la lucha contra uno de los mayores flagelos que azotan a las sociedades del mundo entero: el trabajo esclavo.
La esclavitud no es un problema del pasado. Hoy presenta formas más complejas y escurridizas pero igualmente crueles y degradantes.
¿Qué es ser esclavo en el siglo XXI? La Convención sobre Trabajo Forzoso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera esclavitud a toda situación de explotación que una persona no puede abandonar por miedo, amenazas, coerción o abuso de poder.
La esclavitud contemporánea es una de las mayores deudas de las democracias modernas: Más de 40 millones de hombres, mujeres y niños son hoy víctimas de trabajos forzados, explotación sexual y tráfico de personas.
La esclavitud es una de las más atroces violaciones de los derechos fundamentales. Constituye un escándalo que interpela a la cultura democrática, y es uno de los más severos síntomas de la bancarrota moral de la sociedades moderna.
Porque esclavizar a una persona equivale a convertirlo en una propiedad, en algo que se puede vender y comprar, usar y someter. ¿Qué democracia real puede haber en una sociedad con personas cuyos derechos humanos son sistemáticamente violados?
Es necesario luchar contra estos delitos, que degradan al ser humano y amenazan los cimientos mismos de la civilización.
Desde la Fundación para la Democracia Internacional hacemos un llamamiento a las autoridades y ciudadanos de todo el mundo a reaccionar en forma unánime frente a estos crímenes y liberar, sin más demora, a todas y cada una de estas víctimas que sufren la miseria y la opresión.
Guillermo Whpei
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