Embajadores de un sueño: La reconstrucción del Palacio Fuentes al servicio de la gente.

Una emotiva presentación de Guillermo Whpei en el Rotary Club de Rosario tuvo como pretexto presentar el trabajo de la Fundación para la Democracia Internacional y los avances en las remodelaciones al interior del Palacio Fuentes.

“En el panorama de diciembre del 2001, el país exponía un clima de agitación que desmembraba su estabilidad institucional: 39 muertos (9 de ellos menores), 5 presidentes en menos de quince días. En ese contexto de catástrofe generalizada es que se consigue recuperar el Palacio Fuentes, emblema de la ciudad de Rosario” así daba inicio a su ponencia el presidente de la fundación que tiene por objetivo difundir, promover y fortalecer los valores de nuestra democracia.

En algún momento supo deslumbrar a la alta sociedad rosarina bajo el nombre de Cifré, funcionando como salón de importantes eventos sociales donde el acceso era restringido, hasta el 2001 estuvo en manos de la cadena bancaria Citibank, donde tuvo su período de mayor deterioro. “Cuando llegamos al palacio lo encontramos destrozado” testimoniaba Guillermo con enardecimiento frente a la serie de descuidos que los gerentes de aquella firma tuvieron para con el inmueble.

La gran diferencia que marcó el presidente de Fundación para la Democracia Internacional es que al día de hoy el propósito de la recuperación de éste edificio está orientado a proyectar nuestro museo de la Democracia. Un espacio inclusivo y abierto a la ciudadanía para sumar un espacio que eduque desde la memoria y a conciencia. “Conseguir estimular futuros líderes que persigan el sueño de una democracia libre de vicios, y que respeten la alteridad” conversaba Whpei con algunos miembros del establecimiento una vez acabado el encuentro.

El patrimonio de Rosario hace eco de su historia cuando se habla del idealista Juan Fuentes. Whpei citó textuales las palabras del inmigrante para abordar el testimonio generacional de aquella época en la importancia de dejar un pre

cedente cuando dijo que “donde uno come pescado, debe clavar su espina”.

Una generación de inmigrantes supo devolverle a la ciudad parte de ese esplendor del que se sirvió a la hora de proyectar la fortuna que pudieron alzar para sí. “Obras que durarán para siempre” se refirió Whpei cuando mencionaba a la voluntad de Juan Fuentes de elevar un palacio como éste.

Al despedirse, Guillermo invitó a todos a ser embajadores de éste sueño que se proyecta colectivamente desde el trabajo de la fundación. “Cada uno tiene un abuelo, un bisabuelo que vino a trabajar a éste país y todos ellos han hecho un esfuerzo enorme por construir nuestra nación dejándonos un próspero legado”