“Esclavitud Contemporánea y los perfiles del Sometedor”

En el marco de las reuniones interdisciplinarias que mantiene Fundación para la Democracia Internacional en el  marco de su programa Rotas cadenas – en lucha contra la esclavitud contemporánea. se plantearon los siguientes temas para tener un mejor abordaje de la situación que relaciona a los sometedores y a los sometidos.

“No hay sometimiento sin sometido” fueron las palabras de Guillermo Whpei al dar inicio a la jornada del grupo focal especializado. Distintos profesionales de la sociología, de la comunicación y la psicología social mantuvieron un eje de debate en el orden de dar avance frente a la interpretación de algunos perfiles psicológicos que justifican las relaciones sociales de la esclavitud contemporánea. “Hay que informarse e informar​,​ como parte de un proyecto que busca proveer las​ herramientas ​necesarias para combatir ​el sometimiento” aclaraba Whpei resumiendo el trabajo que mantiene en alianzas con organizaciones internacionales como Anti-Slavery, quienes luchan en contra de la esclavitud desde 1839.

Guillermo Whpei es presidente ​de ​una organización sin fines de lucro denominada Fundación para la Democracia Internacional, abocada a promover y difundir los valores de la democracia con la calidad institucional. Hace un año, ​la fundación se encuentra en el desarrollo de planes que permiten​ develar las prácticas que sostienen la esclavitud en Argentina.

​Este trabajo financiado desde la Fundación tiene además como meta que los resultados de dichas investigaciones tomen estado público.

“Cuando la mayoría ​tenga conciencia de éstas prácticas​ aberrantes de esclavitud​, recién ahí ​la lucha será de todos", ​sentenció Whpei.

Algunos de los temas tratados:

El perfil de un Sometedor

Según el grado de abuso, la frialdad con que se comete el acto que lo relaciona con su víctima y el cinismo que el sujeto mantenga en su propósito será calificado dentro de distintos parámetros. Efectivamente, los peores explotadores, corruptos, asaltantes, violadores y secuestradores provienen de familias muy destruidas emocionalmente, sobre todo en lo referente al vínculo afectivo con la madre.

Entre los psicólogos es de común acuerdo que la definición de la personalidad del individuo se da esencialmente entre el embarazo y los primeros seis años de vida. Allí se forman los hábitos básicos de las personas, constituyendo

​su ​identidad​.​

Hábitos prácticos de alimentación, aseo, auto-cuidado, y también hábitos emocionales (sentimientos), estéticos (gustos), cognoscitivos (creencias), cognitivos (formas de razonar) y hábitos metabólicos u orgánicos.

La sumisión y los sistemas motivacionales que les llevan a someterse como esclavos.

La conducta de sumisión al otro resulta siempre de las necesidades y angustias de distintos sistemas motivacionales.

• Hay sumisión por necesidades y angustias de auto-conservación: “sin el otro corro peligro” o “si me opongo me atacará, es capaz de cualquier cosa”.
• Hay sumisión por hétero-conservación, por un superyó que hace sentir culpable si se produce el menor sufrimiento en el otro, lo que conduce al auto-sacrificio.
• Hay sumisión por el placer sexual que el otro ofrece, por angustias narcisistas, o por profundos sentimientos de inferioridad en que la persona se deslegitima continuamente y ubica al otro como fuente de la verdad.
• Hay sumisión por necesidades de apego o de intimidad (ver Bleichmar, 1999), condición en que las diferencias de género son marcadas, siendo causa importante de sufrimiento por parte de la mujer.

En lo que respecta a la esclavitud, generalmente suelen darse entre migrantes, en su mayoría sin documentos​; lo que desfavorece la posición del sometido, ya que frente a cualquier amenaza siempre radica la coacción de presentarlo ante las autoridades migratorias. Esto lo somete a una relación de esclavitud, “porque la mayoría de estas personas migran en virtud de conseguir un mejor pasar para su familia, soportando todo tipo de maltrato y creyendo que no hay otra forma de conseguir el bienestar”, cuenta Guillermo Whpei en la entrevista, donde también nos proporciona ​datos sobre ​los tipos de esclavitud contemporánea que presenta la investigación sobre el territorio ​argentino.

Por otro lado​,​ los psicólogos sostienen que es necesario trabajar directamente con las víctimas de estos casos desde las angustias, las fantasías, las experiencias, las identificaciones, los deseos que sostienen la sumisión.

¿Por qué respondemos violentamente?

Konrad Lorenz (1996), Etólogo Nobel de Fisiología y Medicina, nos hace notar que tener acciones violentas hacia otros seres es una posibilidad que casi todos los animales tienen, y algunos vegetales también, como respuesta a un​ impulso biológico cerebral respondiendo al instinto de supervivencia.

Por otro lado​,​ tenemos que Santo Tomás de Aquino explica en su trabajo “Suma de Teología”, que violencia significa alterar lo que una cosa o un ser es sin contar con su consentimiento. Por lo que explica,​ que​ la agresividad es el deseo y/o la acción de una persona para atacar a alguien o a algo, incluso a uno mismo.

La ira y el temor son las bases de la agresividad y de la violencia, son una expresión compleja de la irritabilidad que existe desde los organismos unicelulares, sirviendo como una forma automática de reacción ante eventos externos que afectan su homeostasis o, dicho de otra manera: estabilidad vital, poniendo en riesgo su vida. En los seres humanos y en otros animales vertebrados, esas reacciones son generadas por hormonas controladas a una gran velocidad por el sistema límbico​​.

<<El sistema Límbico establece una relación de fuerzas resultantes de una sumatoria cero frente a una situación amenazante. El deseo de huir (debido al miedo) o atacar (debido a la agresividad) hacia todo aquello que, frente a él, constituya una amenaza para el individuo resulta de una lucha de fuerzas que equilibran una constante cero entre la estabilidad psicológica o corporal y la amenaza por la supervivencia​​>>.

La testosterona, es una hormona que cuando es producida a niveles elevados combinándose con la adrenalina, genera el deseo taxativo de atacar o preparar al organismo para sobreponerse al peligro. En cambio cuando solamente se produce adrenalina en grandes niveles sin combinarse con otro componente químico, el cuerpo tendrá deseo de huir, y esto contribuirá a agilizar o fortalecer las acciones motrices que comprometen la motricidad de ese escape. Estos dos procesos hormonales surgen ante situaciones amenazantes.