Dos testimonios de esclavitud vigorizan el compromiso de la ciudad de Rosario

Testimonios de dos jóvenes  mexicanas conmueven en el simposio sobre esclavitud contemporánea y medio ambiente propuesto por el Papa Francisco en la ciudad del Vaticano.

“De los 12 a los 17 años tuve 42 mil relaciones sexuales” narró Carla Jacinto, y más de 60 alcaldes de todo el mundo escuchaban atentos el testimonio de esta chica forzada a trabajar como esclava sexual. Con una infancia infeliz, dominada por los abusos físicos y sexuales de la propia familia. “Un ángel caído del cielo me salvó” reconoció al mencionar que un cliente la ayudó a escapar de esa relación de sometimiento frente a su familia.

Reunidos en la Academia de Ciencias Sociales de la Santa Sede para participar en el encuentro que compromete a los embajadores en una la lucha contra las prácticas que permeabiliza las relaciones de esclavitud contemporánea y permitiendo mostrar los abusos en materia de derechos humanos que aún siguen existiendo, el sumo pontífice nos convoca a reflexionar.

Fundación para la Democracia Internacional viene trabajando este tema desde 2014 y diseña e implementa planes de acción para develar y combatir estos hábitos que atentan contra los derechos humanos. "Creo que cuando uno piensa en esclavitud se remonta al tráfico transatlántico de personas y a su comercio. Hoy creo que la esclavitud es distinta, es más escurridiza, más invisible, pero es tan cruel como aquella época" manifestó Guillermo Whpei, presidente de la Fundación para la Democracia Internacional en una nota con LT3 de Rosario el pasado martes. Junto a la noticia que mostraba a Mónica Fein –intendenta de la ciudad- comprometida en el propósito de Francisco contra la esclavitud contemporánea Guillermo también mencionó el interés del actual Papa en el asunto desde antes que fuera cardenal, “siempre se preocupó por este tema” contaba en diálogo con la radio.

Francisco combate desde sus años como sacerdote éstas amenazas contra los derechos y garantías de nuestras condiciones humanas de libertad. Bandera que se convirtió en prioridad desde que asumió con el cargo más alto en la institución eclesiástica que representa, en el rol de embajador de Dios en la tierra.

“Soportaba el hambre, masticaba el plástico, tenía que beber el agua con la que planchaba”, fue un conmovedor testimonio el de Carla, que también se mostró frágil e impotente, e “incapaz de  de huir y vivir libremente”. Fundación para la Democracia Internacional viene trabajando tanto en el desarrollo de investigaciones, como también en planes de acción contra la esclavitud contemporánea argentina, dando a conocer cómo se practican en el vasto y extenso territorio nacional.

“Yo los invito a que escribamos una nueva vida, una hoja en blanco… No es posible que siga existiendo ésta esclavitud en el siglo XX” clamó Pérez, a lo que sumó: “no es posible que todos estemos ciegos frente a ésta esclavitud. Cuando decidí a escapar estaba muerta en vida” reconoció ésta joven de 23 años que fue obligada a planchar durante 5 años, 20 horas por día, y hasta ha llegado a dormir parada.